Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, en colaboración con la National Crime Agency, han desmantelado una organización criminal liderada por un histórico narcotraficante británico y han intervenido más de una tonelada y media de hachís. La investigación ha sido coordinada por la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar.
La investigación se inició el pasado año 2020 y se centró en un ciudadano británico, residente en una lujosa urbanización de Cádiz, que se dedicaba al transporte de hachís vía marítima. Este hombre, ex miembro de la Royal Navy Británica con extensos conocimientos náuticos, era conocido desde hace años por los agentes dada su estrecha relación con el tráfico internacional de drogas y sus vínculos con organizaciones criminales asentadas en países europeos como Reino Unido y Ucrania, territorios susceptibles de ser los receptores de la sustancia estupefaciente.
Empresas de compraventa y alquiler de embarcaciones
Este hombre contaba con varias empresas dedicadas a la compraventa y alquiler de embarcaciones que utilizaba para realizar los transportes de droga. Igualmente creó sociedades pantalla para introducir en el circuito económico legal, dinero procedente del tráfico de estupefacientes.
Tras las primeras investigaciones, los agentes pudieron constatar la relación del investigado con diferentes individuos afincados en la ciudad autónoma de Ceuta, integrantes de la organización criminal suministradora del hachís, con los cuales organizaba los transportes de droga utilizando embarcaciones tipo velero y de recreo.
Alto grado de profesionalidad
Durante la investigación, los agentes constataron el alto grado de profesionalidad de la organización, cuyos miembros adoptaban estrictas medidas de seguridad, tanto en lo que respectaba a sus comunicaciones como a la hora de realizar cualquier tipo de desplazamiento. Este control se incrementaba en los momentos de llevar a cabo las reuniones en las que planificaban los hechos delictivos. Dichos encuentros se producían en lugares que dificultasen la labor policial, y para acudir a los mismos, los arrestados utilizaban embarcaciones particulares, desplazándose incluso en varias ocasiones durante un mismo día, tratando de evitar los medios de transporte público, eludiendo de esta manera dejar rastro de sus datos personales en las compañías de transporte.
La primera fase de la investigación se desarrolló en el mes de agosto del 2020, cuando la organización criminal preparaba el transporte de droga a bordo de una embarcación, la cual fue intervenida en el puerto deportivo de Ceuta cuando los integrantes del grupo la habían cargado con casi 600 kilogramos de hachís. Tres meses más tarde, los investigados planificaron un nuevo transporte de estupefaciente. En esta ocasión emplearon una embarcación de recreo, la cual fue interceptada en el puerto deportivo de Sotogrande en Cádiz, cargada con una tonelada de hachís.
Finalmente, la pasada semana se llevó a cabo la explotación operativa con la detención de diez personas en la ciudad autónoma de Ceuta y en las provincias de Cádiz y Málaga. En los registros practicados, los agentes han intervenido más de 5.800 euros en efectivo, una pistola simulada, una pistola táser, armas blancas y un dron, además de cinco vehículos de alta gama y tres embarcaciones –un velero y dos yates-