La operación se desarrolló cuando la embarcación de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y la patrullera del Servicio Marítimo de la Comandancia de la Guardia Civil de Ceuta, se encontraban a unas diez millas del litoral de Ceuta realizando sus funciones propias de control y vigilancia marítima. En ese momento observaron la navegación en el canal del Estrecho de una embarcación del tipo semirrígida y provista de motores de gran potencia, que por sus características podría tratarse de las que se dedican al tráfico de sustancia estupefaciente.
Ante dicha circunstancia, ambas embarcaciones, de forma conjunta, determinaron actuar para proceder a su plena identificación por lo que pusieron rumbo hacia la dirección en la que se encontraba, momento en que la embarcación semirrígida al percatarse de la presencia de las embarcaciones, se dio a la fuga realizando maniobras evasivas.
Posteriormente se iniciaron las maniobras correspondientes para proceder a su interceptación, por lo que los ocupantes de la embarcación fugada, ante la continuidad del seguimiento que se le realizaba por el cual podrían ser alcanzados, comenzaron a deshacerse de los sacos de arpillera que portaba lanzándolos al mar.
La embarcación semirrígida una vez que aligeró su peso, se dirigió hacia zonas marítimas en las que no podía continuarse con su persecución, procediéndose a la recogida del género del que se habían desprendido.
Una vez las embarcaciones llegaron en sus correspondientes bases, procedieron a contabilizar el cargamento intervenido, resultando que contenían una cantidad aproximada a los 560 kilos de hachís.
Se instruyen las oportunas diligencias para su entrega en los juzgados de instrucción correspondientes.