Era un 14 de diciembre de 2017 cuando José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, anunció el comienzo de los trámites administrativos para la expropiación de terrenos afectados por el sistema viario del Plan General, para posibilitar el desarrollo de unas obras cuya finalidad es la de conectar la zona oeste del Rinconcillo con la autovía y el polígono de La Menacha.
Landaluce explicaba por aquel entonces, en 2017, que se trataba de «un proyecto pendiente desde hace muchos año que, sin ser una obra de gran volumen, sus repercusiones serán importantes para el Rinconcillo ya que, además de proporcionar una salida más fácil y segura que la actual, suprimirá el tráfico en calles como Perdiz y Águila, estrechas y sin condiciones para soportar el volumen de vehículos que se ven obligados a circular por ellas para poder acceder a la autovía.»
Las obras previstas en esa zona consistían en la prolongación de la Avenida El Embarcadero hasta enlazar mediante una rotonda con la calle Agualuna, dando acceso directo a uno de los ramales del enlace de La Menacha y proporcionando una salida a la autovía y al propio polígono.
Tras esta anuncio, infinitos pasos en el trámite de expropiación de varios terrenos, reuniones cada año con la Asociación de Vecinos «El Embarcadero» hablando sobre el proyecto, quejas en 2020 de la delegada municipal de Urbanismo, Yéssica Rodríguez, que se mostraba por aquel entonces «indignada ante las declaraciones del portavoz socialista, Fernando Silva, atribuyendo a su partido el logro de la expropiación de El Embarcadero, que permitirá su conexión con Agualuna y dará otra salida al tráfico del Rinconcillo».
A día de hoy, en febrero de 2022, no se ha construido un solo centímetro de la conexión del vial que se prometió. Precisamente hace tres semanas, se declaraba un incendio, de los muchos que ya ha habido en la zona, justo en el lugar que en vez de albergar maleza, debería de tener asfalto y una glorieta que aliviara el tráfico de la zona. Hubo que cortar accesos a vecinos a sus viviendas, acudieron varias dotaciones de bomberos y acabó teniendo que acudir el propio INFOCA tras más de dos horas sin poder ser sofocado.
Los infinitos trámites están provocando que tras casi 5 cinco años no se haya podido construir una rotonda en una de las barriadas más olvidadas de Algeciras: un Rinconcillo con cada vez más edificaciones ruinosas, otras tantas ocupadas, calles sin asfaltar, zonas sin iluminación y con una cantidad de agujeros en el firme y en acerados que hace que un par de planes de asfaltado para dos años no sean suficientes para maquillar la penosa imagen que a día de hoy tiene la que podría ser, por naturaleza, sus gentes y ubicación, de las zonas más envidiadas de la ciudad.