Lucía Sánchez y Casilda Sánchez, hijas de Paco de Lucía, y la viuda del guitarrista flamenco, Gabriela Canseco, han lamentado la ausencia de “una respuesta adecuada” de las instituciones españolas respecto al legado del artista, un “símbolo internacional del país”.
“El interés por Paco de Lucía es más popular y del pueblo que de las instituciones. Es indiscutible que el mundo se sigue emocionando con él y su música, con una repercusión inmediata, pero a nivel institucional no hay una respuesta adecuada a ese sentir popular”, ha señalado en una entrevista con Europa Press una de sus hijas, Lucía Sánchez.
Precisamente, las tres herederas ponen como ejemplo la respuesta de público que tendrá el concierto homenaje en el Teatro Real, dentro del Universal Music Festival, previsto para el próximo sábado 30 de julio. Una veintena de artistas de los que acompañaron en su carrera a De Lucía, con nombres como Sara Baras, Miguel Poveda, Niña Pastori, Mariza, Farruquito o Jorge Pardo, estarán en el concierto ‘Infinito’.
Este homenaje servirá de punta de lanza para la Fundación Paco de Lucía, que “tras tantos años de esfuerzo” se pone en marcha con el objetivo de difundir e impulsar “la gran ideología” del artista: “llevar al flamenco al sitio en el que tiene estar dentro de las músicas del mundo, como el jazz”.
La Fundación de momento no cuenta con ayudas públicas españolas, aunque sí con fondos europeos para empezar un centro de interpretación. “En Europa se reconoce muchísimo el flamenco, pero aquí, no sé si por cierto complejo o desconocimiento, se ve que no hay una respuesta como podría tenerla Francia con un símbolo de esta envergadura”, ha lamentado Sánchez.
“Las instituciones todavía no se han dado cuenta en su completa realidad de lo que tienen con Paco, que era alguien que hizo una música que solo es de aquí y la ha llevado por todo el mundo: es un símbolo internacional y eso es impagable, pero parece que no acaban de darse cuenta”, ha apuntado Canseco.
Paco de Lucía fue un artista que “contribuyó muchísimo” a que el flamenco “dejara de ser para las minorías”. “Nació en la época del flamenco para las fiestas de los señoritos y mucha gente ni lo conocía. Él consiguió llevarlo a los grandes teatros por toda Europa y el mundo y logró que fuera un arte reconocido”, ha defendido su viuda.
Eso sí, el éxito llegó también previo enfrentamiento a las críticas de los puristas. “En su momento algo le debió afectar, cuando todavía no estaba seguro de su trascendencia. De hecho, lo que a él siempre le dio miedo fue el que dijeran que se había salido del flamenco, porque con una mano agarraba la tradición pero con la otra seguía escarbando”, ha indicado una de sus hijas.
No obstante, De Lucía “nunca se separó del flamenco porque tenía muy presentes sus bases”. Esas críticas de los más ortodoxos recuerdan en cierto sentido a las recibidas por otros artistas como Rosalía, a quien a Paco de Lucía “seguro que le gustaría como artista”. “No sé si ella es flamenca, porque creo que tampoco se ve a sí misma como la perla de Cádiz. Pero es una gran artista, que hace las cosas bien y con sentido, y eso le habría gustado a mi padre”, ha remarcado Sánchez.
Por otro lado, las herederas confían en que “después del verano” llegue la sentencia que pondrá fin a un proceso iniciado hace diez años –con Paco de Lucía aún en vida– por los derechos de autor. La familia demandó al compositor José Torregrosa por cobrar el 50 por ciento de los derechos de autor de 36 obras musicales compuestas por De Lucía, por el hecho de haberlas transcrito a partituras.
“Muchos flamencos no sabían de música y silbaban para que transcribieran las partituras y fueran registradas en la SGAE, pero estos transcriptores se apropiaban de porcentajes. Era una práctica habitual que los autores desconocían”, ha apuntado Casilda Sánchez, quien insiste en que, más que un tema de cobro de derechos, la idea es “que se reconozca la autoría 100%” de Paco de Lucía en sus canciones.