La tasa de éxito de estas intervenciones es muy alta y el paciente puede conseguir una reducción de su peso corporal entre el 20% y 40%.
Los déficits nutricionales son frecuentes tras este tipo de intervenciones por lo que es necesario un programa de suplementación controlado por el especialista
El desarrollo de las técnicas de cirugía encaminadas a la pérdida de obesidad (cirugía bariátrica) ha situado estas intervenciones en una tasa de éxito muy alta en la que el paciente puede conseguir una reducción de su peso corporal de entre el 20% y 40%.
El Servicio de Cirugía General y Aparato Digestivo de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar es referente en este tipo de intervenciones en las que el compromiso de los pacientes sometidos juega un papel determinante en el periodo posterior a la intervención. “El objetivo de la cirugía bariátrica es la mejora de la salud del paciente a largo plazo. En la intervención procedemos a la reducción de la grasa corporal preservando la masa muscular y ósea. Esta disminución de peso debe marcar un punto de inflexión en los hábitos del paciente quien deberá orientar su pauta de alimentación hacia una dieta saludable”, explica el responsable de esta unidad, el doctor Enrique Aycart.
La implicación del paciente y concienciación de su proceso de cambio se produce en las sesiones previas a la cirugía bariátrica. El especialista de la Unidad de Nutrición le guiará en la fase preparatoria que incluye la confección de un informe clínico detallado y personalizado del estado de salud del paciente y de su estilo de vida. “Es imprescindible que abandone el hábito de tabaco porque aumenta el riesgo de complicaciones respiratorias en la cirugía, favorece la aparición de úlceras y dificulta la cicatrización. Igualmente es muy conveniente que inicie las semanas previas a la intervención una dieta de pérdida de peso ya que la obesidad es un factor de riesgo de la cirugía”, detalla el cirujano de los hospitales Quirónsalud Marbella y Campo de Gibraltar
Para garantizar una evolución favorable, el ejercicio físico diario progresivo tanto en frecuencia como en intensidad es imprescindible. El paciente siempre será orientado en esta etapa posterior para alcanzar sus metas en la de una rutina deportiva y en el seguimiento de su estado nutricional ya que será necesario un programa de suplementación que corrija los déficits nutricionales de proteínas, vitaminas y minerales, frecuentes después de este tipo de intervenciones.
Técnicas de Cirugía Bariátrica
En la actualidad, las técnicas más utilizadas son la gastrectomía vertical (gastrectomía tubular o manga gástrica) que consiste en extirpar la mayor parte del estómago y modificar las hormonas que controlan el apetito para disminuir la ingesta. Otra intervención es el bypass gástrico, en el que se reduce el estómago y se evita el paso del alimento hacia la parte inicial del intestino delgado, con lo que se aumenta la sensación de saciedad y se disminuye la ingesta. Por último, la derivación bilio-pancreática (cruce duodenal), en la que se realiza una resección del estómago, uniéndolo directamente a una parte más alejada del intestino delgado al objeto de reducir la absorción de los alimentos. En este sentido, el doctor Enrique Aycart puntualiza que “la elección de la técnica depende siempre del perfil del paciente, de su grado de obesidad, y de su estado de salud (enfermedades asociadas)”.
Según los datos de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), el 90 por ciento de las personas con obesidad que se someten a una cirugía bariátrica mejoran o curan su diabetes, el 60 por ciento reduce los niveles de colesterol, el 50 por ciento la presión arterial y hasta el 85 por ciento ven curada o mejorada la apnea del sueño.
Se estima que en el año 2030 haya en España tres millones más de personas con exceso de peso, lo que supondría que unos 27 millones estarían por encima de su peso ideal. De hecho, la tasa de obesidad se ha duplicado en España durante las últimas dos décadas, siendo ya el segundo país de Europa en incidencia.