El rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Francisco Piniella, ha hecho pública una resolución por la que se actualizan las medidas preventivas orientadas a la disminución de la movilidad para minimizar la expansión de la Covid-19. De esta forma, «la actividad docente de los grupos de teoría de grado y máster se impartirá después de Semana Santa en la modalidad presencial en aquellas asignaturas en la que el tamaño del grupo y el aforo del espacio docente asignado lo permita», aunque siempre limitado a una ocupación máxima del 50%.
Según la resolución del rector, del mismo modo y «atendiendo a las particularidades» docentes de los títulos de la UCA, las respectivas comisiones de Garantía de Calidad de los centros «llevarán a cabo la adaptación de la docencia e informarán al Vicerrectorado de Planificación, Evaluación y Calidad de las medidas adoptadas».
En el caso de los grupos que por su tamaño no puedan adaptarse en su totalidad al formato presencial, «la docencia continuará impartiéndose mediante videoconferencia síncrona desde las instalaciones de la Universidad de Cádiz», volviendo a la modalidad con la que la UCA inicio la actividad docente en el presente curso 2020/21 y que, debido a la evolución de la pandemia al situar al conjunto de la provincia en el nivel de alerta 4, se acordó el pasado 29 de enero pasar a «docencia no presencial durante las primeras semanas del segundo cuatrimestre».
Además, la resolución precisa que «se mantiene la presencialidad de la docencia de prácticas experimentales, rotatorias, Prácticum o actividades similares» y que la reincorporación del Personal de Administración y Servicios se realizará de acuerdo a la instrucción de Gerencia del pasado 5 de marzo.
Por último, el texto aclara que «todas estas medidas podrán ser más restrictivas acorde a nuevas directrices que tanto desde el Gobierno de la nación, como el autonómico y las autoridades sanitarias establezcan y afecten al desarrollo de la actividad sanitaria».
La Universidad de Cádiz ha señalado que se ha realizado un importante esfuerzo para garantizar la máxima seguridad en todos sus centros académicos y se ha realizado una inversión superior al millón de euros para reforzar el campus virtual y para la instalación de más de 400 cámaras y nuevos dispositivos informáticos en aulas de sus cuatro campus universitarios.
De esta forma, además de la reducción de aforos, se ha procedido a la instalación de detectores de CO2 en las aulas (para monitorizar, de forma continuada, la calidad del aire interior de las mismas) con la ubicación de hasta 100 detectores en aquellos espacios docentes que, por criterio técnico, se consideran que deben estar especialmente controlados.
Además, se ha acometido la higienización de todos los equipos de climatización de las aulas con virucidas para garantizar la impulsión de aire limpio, se ha intensificado el proceso de limpieza de las aulas (antes y después de su uso para dejarlas en perfectas condiciones para su utilización por un grupo distinto), se ha multiplicado la limpieza e higienización de los aseos hasta tres veces por turno y se ha implantado un sofisticado sistema de control de los asistentes mediante código QR para identificar contactos estrechos.